REBELDÍA O SUICIDIO.

25 feb 2009

Es curioso que, cada vez que nos ponemos a hurgar en la manida Declaración Universal de Derechos del Hombre, nos situemos en los espacios menos desarrollados del Planeta, en los que es cotidiano violar cualquiera de sus treinta artículos, ignorarlos es de lo más habitual... Pero, ¿qué ocurre en muchos países que se dicen desarrollados porque las estadísticas económicas, las cifras, así lo demuestran. ¿nos damos cuenta o somos conscientes de la violación sistemática de derechos tan importantes, tan básicos como la libertad de expresión, de pensamiento, el derecho a la seguridad de la persona?... pués éstas cosas pasan casi cada día en el País Vasco. Los sucesos de Lezkao me parecen lamentables y denotan una vuelta atrás histórica, social y política, en nuestro país o en cualquier país que no sea el nuestro.
No sé si este joven hizo bien al utilizar tácticas violentas para responder a la agresión sufrida el lunes en su local casi recién estrenado, no voy a debatir aquí si puede funcionar "el ojo por ojo", No. Pero que una persona no pueda expresar sus pensamientos, esté en contra de la ideología dominante en un pequeño municipio como Lazkao (Gipúzcoa) y sea blanco fácil de la ira fascista que impone su punto de vista, me parece realmente degradante para una sociedad , un conjunto de ciudadanos, que quiere vivir y prosperar en paz y libertad.
El joven ha tenido que abandonar el municipio porque ha recibido serias amenazas y está "en el punto de mira"de una banda terrorista que hace del asesinato y el terror su forma de vida.
Es demoledor que hechos como éstos y más crueles aún puedan suceder tan cerca... es demoledor que estos hechos puedan ocurrir tan lejos.


Ginebra

11 Comments:

Unknown said...

El país vasco duele...

Gizela said...

Y lo más grave, es que los protagonistas sean jóvenes.
La espiral del odio nunca se detiene.
Es triste
Un beso Ginebra
Gizz

Juan Luis G. said...

No es que esté a favor o en contra de la venganza; pero alguien que decide ajustar cuentas pendientes dando la cara y siendo consciente a lo que se enfrenta, merece todos mis respetos. De todos modos, lamentablemente, se hubiera tenido que ir del pueblo ya hubiera destrozado el local como si sólo se hubiera manifestado de palabra contra los salvajes, como le ha pasado a tanta otra gente.

Es una vergüenza.

Saludos.

Anónimo said...

la dictadura del miedo es intolerable, y es la leche (con perdón) ver al joven detenido cuando media españa le estamos aplaudiendo por dentro por atreverse a hacer lo que los poderes públicos no hacen, como un solo hombre, con un par, claro que sí, ¿o son los delincuentes que tienen a los no violentos aterrorizados los que dictan las normas y la ley? caray, de verdad

un beso

Ginebra said...

Yo creo que si perdiésemos el miedo, como lo ha hecho este joven con un buen par de... ésto se acabaría. Lo que pasa es que los vascos tienen que vivir todos los días y minutos con estos delicuentes y sinvergüenzas y es normal que tengan miedo, les entiendo.
Besos a todos

Condevolney said...

SuIcIdIo En ReBeLdÍa

Queiles said...

El totalitarismo es cruel e implacable. Resulta que,para colmo, este chico tendrá que exiliarse de su pueblo. es así de duro

Ginebra said...

Querido Queiles, "tendrá que exiliarse" no, ya se ha tenido que exiliar. A la mañana siguiente de los hechos, todo el pueblo apareció empapelado con su foto en el punto de mira... así es. Besos de domingo

Queiles said...

Así es, desgraciadamene, amiga. Usaba el verbo en futuro de forma narrativa, expresando la obligatoriedad a que se ve llevado este hombre por tan crueles y miserables circunstancias.
Muchos ánimos para la semana que empieza.
Besos de Domingo por la tarde.

Franziska said...

El miedo que provocan los etarras y cualquier tipo de terrorismo, es su invisibilidad. No saber dónde están, cómo y cuándo pueden atacar; si se vengarán en tí o en tus hijos. Si dieran la cara, otro gallo cantaría.

Son pocos pero están "jodiendo" la vida a la mayoría. A mí se me ocurrió hace tiempo -quizá pienses que es una tontería, pero yo lo pondría en movimiento- que los vascos amenazaran a Eta con abandonar el país. Se lo dejarían allí, a ver cuántos eran y de lo que eran capaces.

Y aunque sólo fuera por una semana, deberían irse todos. Cada vez que Eta hiciera una faena, la protesta podría ser esa: paralizar la vida del país. Una iniciativa tipo de las que organizaba Gandhi.
Ahí queda la idea ¿quién le pone el cascabel al gato?

Ginebra said...

FRANZISKA, pués al menos es una iniciativa, una forma de ver las cosas... no es nada descabellado. Además cualquier cosa antes de quedarse quieto, demostrar miedo y esperar. Besos