La teta asustada

21 feb 2009


Los premios logrados en la reciente Berlinale por el film peruano La teta asustada (2008) de Claudia Llosa, ha puesto sobre el tapete uno de aquellos problemas urgentes que rara vez tienen cabida en los diarios y en la televisión: la tragedia de las mujeres violadas o torturadas, viudas o huérfanas, durante los años de violencia política que sacudieron las tierras del sol (1980-1995).

La referida teta asustada es un síndrome, un hecho real, estudiado por la psiquiatría. Es el trauma psicológico de la mujer, que es transmitido al hijo, sea por la leche materna, el contacto diario, el aprendizaje de a dos. Ese miedo perpetuo, esa desconfianza en las personas, esas pesadillas diarias, esa depresión crónica, es legada como terrible herencia a los hijos, los mismos que lo transmitirán a su propia descendencia.

Pero ese fenómeno no se remite solamente al Perú: lo vivieron los hijos de los judíos, eslavos y gitanos sobrevivientes del Holocausto Nazi, al punto que la tasa de suicidios es muy alta en aquellos descendientes. También se ha registrado casos similares en Ruanda, Bosnia, Palestina, El Salvador, Camboya, en todos aquellos lugares donde Dios parece estar siempre ausente.

Las heridas de la guerra demoran mucho en cicatrizar, y demorarán aún más, mientras exista la impunidad, la miseria perpetua, el racismo lacerante, la indiferencia de un estado indolente, la hipocrecía de una sociedad y sus medios de comunicación, que esperan las lentejuelas de un festival de cine para tocar un tema urgente y colocarlo en primeras planas.

La Teta Asustada - Trailer






3 Comments:

Franziska said...

"lo vivieron los hijos de los... en todos aquellos lugares donde Dios parece estar siempre ausente"

Centro mi hincapié en estas palabras tuyas. Y añadiría otro tipo de miedo que vive en nuestra sociedad y que salta con frecuencia a los medios de comunicación: es el miedo que algunos hombres -son muchos- siembran en sus hogares con su agresividad verbal y de hecho.

Lo que me colma es que, sabiendo que existe, no se como se puede conseguir que deje de existir. Lo más fácil es dejarse caer en los brazos del derrotismo y pensar que nuestra especie no tiene capacidad para la bondad.

Gizela said...

La maldad y la deshumanización del hombre, es capaz de desaparecer cualquier Dios.
Es la raza humana, la que cruza con pasmosa facilidad e impunidad los limites que separan su humanidad, de los bajos instintos feroces y de máxima crueldad, que ni siquiera se ven en el reino animal.
Excelente post.
Un abrazo
Gizz

Ginebra said...

El trauma de las madres siempre lo heredan los niños, en este caso los que se gestan en el vientre materno. Una salvajada que se repite en cualquier conflicto mundial. Las mujeres son una de las primeras víctimas y la violación una forma brutal de terrorismo. Muy interesante post, amigo Troba, besos